sábado, 15 de mayo de 2010

La crisis y los argentinos en España


La siguiente nota esta escrita por Hebe Schmidt, compatriota y periodista residente en Madrid.


Una historia repetida
La crisis española se endurece con los argentinos que llegaron en 2001
El estallido post De la Rúa los llevó a apostar por la economía española. Pero ahora, el plan de ajuste volvió a encontrarlos. Se debaten entre el fracaso y la intención de volver.

“Yo me vuelvo”, dijo, con cierto gesto de resignación, José Manuel Cordero, un electricista oriundo de Bahía Blanca que llegó a Madrid en 2003 para emplearse en una empresa que provee infraestructura para la construcción de carreteras y subterráneos en toda España. Hace poco más de un año, Manuel sufrió un accidente laboral que le provocó el corte de los tendones del hombro derecho; desde entonces percibe una pensión por incapacidad, y si bien está habilitado para realizar otros trabajos, no consigue nada. “Ahora estoy pensionado, pero apenas me alcanza para sobrevivir”, explicó.

La situación de Cordero no es particular si se tiene en cuenta que en España el desempleo superó el 20% y afecta a más de 4,5 millones de trabajadores. Los inmigrantes, uno de los grupos más vulnerables debido a su situación de desarraigo, no escapa a la crítica situación. Sobre un total de 44 millones de habitantes, las estadísticas hablan de 4,8 millones de inmigrantes, pero son cerca de 6 millones si se suman los indocumentados.

En ese grupo, la cifra oficial de argentinos en España asciende a 289.626, de los cuales 104.227 tienen nacionalidad española. Pero se calcula que hay unos 50 mil argentinos más que residen aquí sin documentos. Entre los inmigrantes, el índice de desocupación trepó del 8,9% hasta el 22,3% en el último año, e impulsó a más de 7 mil argentinos a retornar a su país, según apuntan las estadísticas del Instituto de Estadísticas de España (INE).

“¿Si me preguntás por una sensación?... Frustración”, reflexionó el reconocido documentalista argentino –afincado en España desde 2002– Juan Carlos Iniesta. El autor del documental Retorno: un viaje al origen, que relata las vivencias de los españoles que deciden retornar, luego de toda una vida fuera de España, lo ve “bien difícil”.

El rubro audiovisual se vio directamente afectado por el recorte de las subvenciones de ayuda al desarrollo que se prevé rondarán los 600 millones de euros, en el ajuste que programa el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para alcanzar una reducción del déficit público de 15 mil millones de euros en los dos próximos años. Para Iniesta, de 63 años, “es como volver a empezar de nuevo, un camino que ya había recorrido”, y aunque no piensa en volver a la Argentina, tampoco lo descarta.

Para la correntina Marta Brites, que llegó a Madrid becada por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) para realizar una maestría en Cooperación al Desarrollo en 2002, en la Universidad Complutense, “los argentinos son autogestores” y “tienen un gran espíritu de supervivencia” para enfrentar una crisis. “Pero ahora la estamos pasando duro”, reconoció.

Finalizado su máster, Brites consiguió trabajo vendiendo casas, hasta que la burbuja inmobiliaria explotó y los que trabajaban en ese rubro pasaron a ser “prescindibles”. La correntina, que debió recorrer un largo camino para homologar su título de arquitecta, estuvo desempleada hasta el mes pasado y ahora trabaja en forma independiente haciendo modificaciones de planos para la Comunidad de Madrid, aunque teme que “el zapatazo” anunciado por el gobierno español esta semana, también recorte las contrataciones.

Otro correntino, Alberto Veloso, también llegó a España hace ocho años becado por la AECI para hacer un Máster en Estudios Amerindios en la Universidad Complutense de Madrid, pero luego decidió quedarse y buscó empleo en una inmobiliaria que quebró hace más de un año. “Estuve cobrando un subsidio de desempleo pero se me acabó y ahora no me quieren dar la ampliación del plan de Zapatero”, reveló. Se refiere a una asignación especial de 420 euros que el gobierno ofrece a los desempleados que ya agotaron el subsidio.

Veloso es secretario de Cooperación de la Federación de Asociaciones Argentinas en España y Europa, y tiene claro que “la versatilidad y la cintura que denotan los argentinos ante esta crisis es muy particular”, aunque reconoce que la situación es “delicada”, mientras sigue buscando trabajo.

Sigue

“Los argentinos, como cualquier inmigrante, vivimos esta crisis bajo una doble dimensión: por un lado carecemos de redes sociales, de una familia que nos contenga en momentos como estos, y por otro, se da mucho que personas cualificadas tiendan a ocupar puestos de trabajo con contratos precarios y más probabilidades de sufrir el desempleo que otros miembros de la sociedad”, explicó Raquel Frescó, especialista argentina en Inmigración y Cooperación, que cerró su restaurante en un céntrico barrio de Madrid hace ya casi dos años, luego de emigrar de Argentina “cansada de la crisis económico-social”.

Graciela Schaievitch, es pintora y estuvo en “el paro” hace más de año y medio. Su primera residencia fue en Vigo donde desarrolló el mensuario Latinoamérica Exterior, para luego llegar a Madrid. Desde entonces está desocupada y para la sensación vivida ya es conocida: “Siento que otra vez, es lo mismo”, confiesa al describir la crítica situación del mercado laboral ibérico que supera el 20 por ciento de desocupados.

En el mismo sentido se expresa el periodista argentino especializado en temas migratorios Pablo Rodríguez: “Me vine cansado de aquello, ya hace diez años, realicé todo tipo de tareas hasta conseguir mis papeles y si bien ahora trabajo en un bufet de abogados llevando temas migratorios, no deja de preocuparme la situación en la que se encuentran amigos, conocidos y personas de todos los colectivos inmigrantes que la están pasando mal”.

“Yo me quedo”, aseguró Alejandro López Pose, músico y profesor de música. “Claro que la crisis me afecta, he sufrido una reducción de alumnos en las clases particulares que doy y he recibido la noticia de que no se me otorgará una subvención para un proyecto que se me me fue adjudicado y que había presentado por convocatoria ante la Comunidad de Madrid, pero de acá no me voy”, advirtió.

“Yo hice una apuesta hace ocho años y la quiero mantener”, dijo Carlos Bemaman, un empresario de una pyme que tiene la representación de la tecnología SIA Interactive en la península, y que se ajustó el cinturón para seguir adelante. “Los argentinos tenemos la habilidad de adaptarnos –agregó–. Redujimos la estructura, bajamos los precios y ofrecemos otros tipo de soluciones informáticas. Pero esta crisis no es de esas a las que estamos acostumbrados los argentinos que afectan a una parte de la población mientras otros se salvan, ésta afecta a todos”.

El antropólogo Daniel Canero pertenece a la camada de argentinos que llegó a España en los 80 y que están mucho más asentados que los llegados desde 2001 a esta parte. En este contexto de crisis, Canero destaca “la actitud xenófoba de parte de la población española que se siente amenazada en su propia casa y en ocasiones culpa a los inmigrantes de ocupar puestos de trabajo”. En un mercado laboral que “es mucho más corporativo que el latinoamericano, el estadounidense o el londinense”, según la experta en Integración Mercedes Lovera.

“Es lamentable que en momentos así afloren sentimientos de recelo y de competencia tan perjudiciales para este proceso de integración”, agregó Frescó, nacida en España, pero criada en Argentina. Xenofobia que se acrecienta y aumenta el rechazo de la población española hacia los inmigrantes a la par de la agudización de la crisis, según el informe titulado Evolución del racismo y la xenofobia en España (2009) elaborado por el Observatorio del Racismo del Ministerio de Trabajo e Inmigración del Reino de España, detalló Matías Garrido, secretario general de Casa Argentina en España.

1 comentario:

monica dijo...

Felicitaciones a la periodista por el articulo, igualmente pido mayor rigor en las experiencias personales personales publicadas, y el contraste de la informacion.